Miss X, de Jaime Sabines es uno de los mas hermosos poemas que he leído en mi vida. Les parecerá extraño a algunos pero la única verdad es que la primera vez que lo leí no pude contener la de Remi y le siguieron las de cocodrilo pues a quien no le encantaría ser la Miss x del ser que amamos o, poderle decir al Mister X que llevamos en nuestra mente y corazón tan bellas palabras desde el fondo de nuestra alma. Bueno lo que ahora quiero es compartir esta belleza con ustedes, que lo disfruten tanto como yo y naveguen conmigo en este mar de profundas palabras. Así que, ustedes dirán.
***MISS X ***
Miss X, sí, la menuda Miss Equis,
llegó por fin, a mi esperanza;
al rededor de sus ojos,
breve, infinita, sin saber nada.
Es ágil y limpia como el viento
tierno de la madrugada,
alegre y suave y honda
como la yerba bajo el agua.
Se pone triste a veces
con esa tristeza mural que en su cara
hace ídolos rápidos
y dibuja preocupados fantasmas.
Yo creo que es como una niña
preguntándole a una anciana,
como un burrito atolondrado
entrando a una ciudad, lleno de paja.
Tiene también una mujer madura
que le asusta de pronto la mirada
y se le mueve dentro y se deshace
a mordidas de llanto las entrañas.
Miss X, sí, la que me ríe
y no quiere decir cómo se llama,
me ha dicho ahora, de pie sobre sus sombra,
que me ama pero que no me ama.
Yo la dejo que mueva la cabeza
diciendo no y no, que así me cansa,
y mi beso en su mano la germina
bajo la piel en paz semilla de alas.
Ayer la luz estuvo
todo el día mojada,
y Miss X salió con una capa
sobre sus hombros, leve, enamorada.
Nunca ha sido tan niña, nunca
amante en el tiempo tan amada.
El pelo le cayó sobre la frente,
sobre sus ojos, mi alma.
La tomé de la mano, y anduvimos
toda la tarde de agua.
¡Ah, Miss X, Miss X, escondida
flor del alba!
Usted no la amará, señor, no sabe.
Yo la veré mañana.
0 comentarios:
Publicar un comentario